Según cifras a corte de marzo de 2021 de Globocan (GCO por sus siglas en inglés), se identificaron 113.221 nuevos casos de cáncer en Colombia durante 2020 con la siguiente distribución por tipo de cáncer: otros (50.7%), mama (13.7%), próstata (12.8%), colorrectal (9.5%), gástrico (7.3%) y de pulmón (6.1%). En cuanto al número de muertes considerando todos éstos, fue de 54.987.

En la perspectiva de entidades como el Observatorio Interinstitucional de Cáncer de Adultos (OICA), dicha cifra podría aumentar en medio de la coyuntura sanitaria del COVID-19 que enfrenta el país, dado que, según el Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO), durante el primer semestre del 2020 se redujo en un 39% el volumen de exámenes para la detección temprana del cáncer en todo el país, lo que implica que la enfermedad se descubra en estadios tardíos y esto, a su vez, incremente la mortalidad.

Por esta razón, recientemente, se han realizado varios encuentros, entre ellos el conversatorio ‘Volver a lo importante: ¿Cómo estamos hoy frente al cáncer?’ y ‘Cánceres raros: Haciendo Visible lo Invisible’, ambos convocados por Merck, empresa líder en ciencia y tecnología, donde profesionales de la salud, expertos, representantes de asociaciones médico-científicas y otros más han discutido las prioridades en la lucha contra este mal en el país.

Desde todo punto de vista de las partes involucradas, la apuesta consiste en hacer un llamado a la sociedad para ver al cáncer como un problema de salud pública, analizar y mitigar las consecuencias, a mediano y largo plazo, de las dilaciones en el diagnóstico oportuno de esta patología y ejecutar estrategias para fortalecer la articulación de todo el sistema de salud colombiano.

Frente a este último, Ana María Vesga Gaviria, Directora Ejecutiva de la Cámara de la Industria Farmacéutica de la ANDI, afirmó que “el principal golpe de la pandemia al sistema fue la falta de confianza por parte de los pacientes para asistir a los servicios de salud”.

Opinión con la que Gustavo Morales, Presidente de Acemi, también coincidió y respaldó destacando que “necesitamos más arquitectura en salud, arquitectura en recurso humano, arquitectura tecnológica. El Covid-19 develó que tenemos una deficiencia enorme en UCI y en atención primaria”.

De igual forma, para Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles de MinSalud, es clave que “desde la industria y el sector se genere un lenguaje común orientado a las personas y sus familias. Necesitamos fomentar acciones para cerrar esas brechas de inequidad en cáncer y mejorar procesos críticos como la detección temprana para lo cual ya hay un camino dispuesto”.

Una de estas tácticas radica en evaluar el Plan Decenal de Control de Cáncer, con vigencia para los últimos 10 años, con el fin de conectar de mejor manera a los actores que lo ejecutan y fortalecerlo en función de atender asertivamente las necesidades dinámicas de los pacientes oncológicos.

En el marco de dichos espacios también se dieron a conocer los resultados del Sexto Estudio de Barreras de Acceso en Cáncer OICA 2020, destacando las principales barreras de acceso a las que se enfrentan los pacientes como demora en autorizaciones de procedimientos, demora en citas con especialistas o en entrega de medicamentos.

El 100% de los pacientes se enfrentan a una o cinco barreras. Más del 70% de los pacientes están teniendo entre una y dos barreras. Pueden ser citas médicas, acceso a diagnóstico y tratamientos«, resaltó Herney Cuartas Martínez, Director Ejecutivo del Observatorio Interinstitucional de Cáncer de Adultos (OICA).

Cánceres raros, no dan tregua

Si bien éstos se presentan en menos de 6 casos cada 100.000 personas por año y debido a su baja tasa de aparición, no hay muchos estudios acerca de ellos, se sabe que existen más de 180 tipos diferentes que incluyen algunos linfomas, leucemias, y tumores cerebrales.

Además, su incidencia ha aumentado recientemente. Prueba de ello es que, por ejemplo, en el caso del Mieloma Múltiple, un cáncer que afecta a las células plasmáticas, la tasa de incidencia en Colombia por cada 100.000 habitantes fue de 1.00 en el año 2000 y de 1.80 en el 2016. O la tasa en aquellas variaciones inusuales de la patología que dañan la laringe o el cerebro y las células nerviosas fue de 1.45 (2000) y 1.47 (2016) y 2.84 (2000) y 3.48 (2016), respectivamente[4].

Otro caso, el del Carcinoma de Células de Merkel, un cáncer de piel de muy rara ocurrencia, neuroendocrino, agresivo y con mal pronóstico en los pacientes que hacen metástasis, que afecta principalmente a personas mayores de 50 años[5]. Según fuentes globales, su incidencia en Colombia se estima en una tasa media entre 0.40 y 0.862 casos al año por cada 100.000 habitantes.

Aunque el pronóstico de los cánceres raros ha mejorado en décadas recientes (del 80 % al 90 % de supervivencia en las etapas tempranas), la Acción Conjunta Sobre Cánceres Raros (JARC por sus siglas en inglés) estima que éstos tienen una peor tasa de supervivencia que los cánceres más comunes con un 47% VS un 65%, respectivamente[6].

Sumado a lo que ya se mencionó en aspectos de mejora estructurales, se identificaron las siguientes brechas para los cánceres raros en Colombia: Planificación y concienciación insuficiente, datos y registro de enfermedades escasos, diagnóstico tardío y/o incorrecto, poca equidad en el acceso a cuidados de calidad y falta de investigación y de intercambio de conocimientos.

De igual forma, a pesar de existir movimientos que buscan ampliar el cuidado integral en el sistema de salud y esfuerzos para capturar datos significativos en la Cuenta de Alto Costo: Estos beneficios no se observan en los cánceres raros.

Políticas para enfermedades raras no aplican a cánceres raros (a pesar de intentos de que así fuese). Existen centros de excelencia pero están limitados a grandes áreas metropolitanas por lo que su impacto en áreas rurales es deficiente.

Los expertos coincidieron en que las principales oportunidades están en las agencias regulatorias y planificación nacional. Registros poblacionales de cáncer, organizaciones de abogacía de pacientes (PAG), iniciativas de investigación nacionales e internacionales, centros de excelencia, redes de referencia y grupos de expertos y registros poblacionales de cáncer.

Publicidad

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí